Comerciantes de la carrera La Paz, entre la incertidumbre y el miedo
Tras el atentado del martes.
Los comerciantes de la carrera La Paz, en el Centro de Barranquilla, permanecen en la zozobra tras el atentado de que fueron blanco el pasado martes después de la una de la tarde cuando integrantes de ‘Los costeños’ lanzaron una granada. La detonación del artefacto dejó 14 personas heridas levemente.
Hasta este sector extendieron sus operaciones las bandas de extorsionistas que desde hace más de una década han sembrado el temor en el mercado público. Durante este periodo han sido varios los atentados y los comerciantes asesinados por estas redes criminales.
Por más de 10 años se han producido capturas y condenas, pero estas bandas de delincuentes resurgen con otros líderes o nuevas denominaciones.
Zona Cero recorrió la carrera 40 desde la calle Murillo hasta el Paseo Bolívar, nuevo sector hacia donde han mirado las bandas de extorsionistas, pero los afectados prefieren el silencio. Sin embargo, los comerciantes de la carrera 41 tampoco se han salvado de la actuación de estos bandidos.
Sin identificarse y mucho menos precisar nombres cuentan cómo estas bandas están cobrando “vacunas” a los comerciantes.
En su mayoría son hermosas jóvenes las que llegan al comercio como emisarias de las bandas criminales. "Nosotros los comerciantes estamos pasando por un momento de intimidación", dijo uno de los afectados.
Tras el atentado y pese a las capturas, uno de los comerciantes señaló que sienten “muchísimo temor, demasiado, a la hora que sea".
"Con esto que pasó el martes imagínate cómo se siente uno. No es fácil afrontar eso", agregó uno de los comerciantes mientras en la zona hacía presencia la Policía Nacional con una campaña de perifoneo invitando a los comerciantes a no pagar extorsiones.
Otro indicó que "después de que pasó esto (el atentado), uno tiene que ser precavido”.
Otros sectores blanco de la extorsión
Orlando Jiménez, Vicepresidente de Undeco, dijo que en el último año y medio el fenómeno de la extorsión ha aumentado en barrios como San Roque, Chiquinquirá, Rebolo, Montes, Simón Bolívar y sus alrededores
"En algunos de los casos los llaman a pedirle una suma de dinero para no atentar contra su integridad, la de su familia o su establecimiento. Estos montos están entre 5 y 10 millones de pesos", explicó.
Detalló que en algunos barrios esas extorsiones las disfrazan con un falso servicio de vigilancia.
"Te dicen que deben pagar una matrícula o una cuota inicial que está tasada entre un millón y dos millones de pesos. Y a partir de ahí, mensualmente deben cancelar entre 40 mil y 80 mil pesos para mantener supuestas seguridad en el sector".